sábado, 21 de diciembre de 2024

Mis películas y series del año

 

Como lo he hecho casi de memoria seguro que me dejo más de una y, por lo tanto, no están todas las que son, pero sí son todas las que están, al menos para mi gusto.

Curioso: mayoritariamente veo series británicas, nórdicas y estadounidenses y sin embargo hay gran mayoría de españolas entre las mejores. Creo que se debe a que en estas elijo las que leo que son buenas y en las otras consumo a veces un poco a ciegas.

 

Películas

 

El regreso de las golondrinas. Producción china. Realmente magnífica. Una gran historia de amor tratada con una gran sensibilidad. Una historia que se desarrolla en un mundo rural muy atrasado (usan técnicas del siglo XIX), pero que, al mismo tiempo, permite estar muy cerca de la naturaleza en un país que la está prácticamente destruyendo. Dos interpretaciones espectaculares que te meten en la historia y te la hacen totalmente creíble. Muy buena.

 

 La tierra prometida. Producción danesa. Está basada en una novela y se nota en el magnífico tratamiento de los personajes. Se desarrolla en el siglo XVIII cuando el protagonista (una gran interpretación de Mat Mikkelsen) quiere establecerse en el improductivo páramo de Jutlandia. Es prácticamente una película del oeste por los conflictos que se suscitan y los personajes que aparecen, con un “malo” que lo es y mucho. Muy buena dirección y espléndidos paisajes. Muy buena película.

 

Series

 

En tus manos. Miniserie sueca de 5 episodios de 45 minutos. Una serie que parece un thriller, pero que se convierte en un drama. Muy interesante por el tratamiento que da a la relación entre dos jóvenes “delincuentes” y al ambiente que reina en determinados barrios de Estocolmo en los que predomina la población migrante. Dura en muchos momentos y bastante descorazonadora.

Netflix

 

La fiebre. Serie francesa de 6 episodios de 55 minutos. Muy interesante ya que plantea de forma clara, y a partir de un buen ejemplo, el tema de las batallas culturales y el uso de las redes en ellas. Quienes estén más o menos familiarizados con él encontrarán un buen planteamiento en el que se tocan los diferentes aspectos aunque, evidentemente, también toman partido por una de las posturas. Una serie muy recomendable.

Movistar +

 

El caso del Sambre. Miniserie francesa de 6 episodios de una hora. Basada en hechos reales. Trata de las violaciones que tuvieron lugar entre 1988 y 2014 en diferentes lugares siempre cercanos al río Sambre. Cuenta con un magnífico guion y con una ambientación y unas interpretaciones muy completas,  difíciles de ver en otras series. Además, cada uno de los seis capítulos en los que se divide está centrado en un año (1988, 1996, 2003, etc.) y en un personaje (la víctima, la alcaldesa, la jueza, etc.). Es una se las grandes series de la temporada, seguro, porque tiene también el aliciente de ver comportamientos de distintos sectores de la sociedad de una pequeña población del norte de Francia.

Movistar +

 

Rapa. Segunda y tercera temporadas de esta serie española con 12 episodios en total de 55 minutos. Buenos guiones, magníficas interpretaciones y espléndidos paisajes hacen de esta serie una de las buenas series españolas de este género de los thrillers sin nada que envidiar a lo mejor que hacen británicos y nórdicos. Muy recomendable.

 

Movistar +

 

Querer. Miniserie española de 4 episodios de 50 minutos. Con el tema de los abusos sexuales y la violencia de género construyen una magnífica serie basada en un gran guion y unas interpretaciones que te dejan sin respiración en algunos momentos. Otra serie española que estará entre lo mejor visto del año.

Movistar +

 

Yo, adicto. Miniserie española de 6 episodios de 45 minutos. No se me ocurre una expresión mejor que: impresionante. El creador, Javier Giner, cuenta su historia con una crudeza y una sinceridad pocas veces vista en televisión y la interpretación de Oriol Pla es tan redonda e impactante que también es difícil ver algo así. Una de las series del año sin ninguna duda y, seguramente, una de las más impactantes que se puedan ver en mucho tiempo.

 

Disney +

 

Jury duty. Serie estadounidense de 9 episodios de 30 minutos. Con la excusa de grabar un documental sobre cómo funciona un jurado, montan un juicio falso con actores menos uno de los miembros que no lo sabe. Es muy original, divertida y con grandes momentos. La imaginación de los creadores de historias no tiene límite.

Amazon Prime

 

Los años nuevos. Serie española de 10 episodios de 50 minutos creada y dirigida entre otros por Rodrigo Sorogoyen lo que ya es casi una garantía de éxito. Realmente magnífica, una de las grandes del año gracias a un guion y unos diálogos algo más que creíbles y adaptados a los personajes y a unas interpretaciones espectaculares tanto de protagonistas como de secundarios. Aunque habla de una generación muy lejos de la mía, me identifico con más de una de las cosas que les suceden.

Movistar+

 

jueves, 19 de diciembre de 2024

Interesante, y discutible, enfoque

 

Todd, antropólogo e historiador francés, ha escrito un libro polémico, como suelen ser todos los suyos, con un conjunto de hipótesis y tesis que se salen del carril por el que transcurre la mayoría de las opiniones que se pueden leer habitualmente en la mayoría de los medios occidentales sobre el conflicto en Ucrania.

Muy sintéticamente: Rusia se ha visto forzada a ir a la guerra ante el previsible ingreso de Ucrania en la OTAN. Esto lo han forzado los Estados Unidos para eliminar a Rusia como competidora. Al final, quienes saldrán perdiendo serán los europeos que están apoyando a Ucrania, y los mismos Estados Unidos, aunque estos se encuentran ya en plena decadencia.

Para explicar estas ideas Todd ha escrito un conjunto de capítulos centrados en varios de los países que están participando en el conflicto. Así, en Rusia y Ucrania, lógicamente, pero también en Alemania, Gran Bretaña, los países escandinavos y los Estados Unidos, además de amplias alusiones a otros países de la UE o China.

El ensayo es muy completo, ocupa casi 300 páginas, y complejo. En él mezcla conceptos de varias disciplinas como la historia, la antropología, la geopolítica, la sociología o la economía.

Se basa para muchas de sus teorías e hipótesis en dos aspectos clave de los estudios antropológicos como son la religión y la estructura familiar. Precisamente, en mi opinión, creo que esto es lo más discutible de un texto que, en cualquier caso, ofrece mucho material de gran utilidad para el debate.

El libro es tremendamente interesante en todos sus capítulos. En mi caso, los dedicados a la situación en Rusia y Ucrania me han enseñado muchas cosas que desconocía y me han aportado una visión muy diferente que merece la pena tener en cuenta. Otros aspectos que también me han resultado particularmente interesantes son: la relación entre familia y sistema político en Rusia y Ucrania; los rasgos comunitarios que se conservaron en la Rusia poscomunista; la disminución de la importancia de Suiza como paraíso fiscal por el control ejercido por los Estados Unidos o la interpretación del parasitismo que existe en ese país por los que estudian derecho, finanzas, empresariales o en escuelas de negocios, entre otras muchas cosas.

Hay otras que me han gustado menos. Así, a veces da demasiados saltos en sus interpretaciones (sobre todo lo hace al analizar USA); hay algo de prestidigitación como cuando pasa del PIB al PIR; en el fondo subyace una visión muy eurocéntrica o quizás más occidentalocéntrica; creo, aunque tengo mis dudas, que comete un error al afirmar que la inflación provocada por la guerra en Ucrania es la mayor desde los años cuarenta porque olvida la de los setenta por la crisis del petróleo; y desde luego algo ha chirriado en mi cerebro al leer el siguiente fragmento:

“En el transcurso de la década del 2000, Alemania actuó cada vez más como una sociedad máquina, resolviendo cada problema económico por separado, sin la guía de la noción simbólica pero realista de un destino nacional”. (p. 135)

La verdad es que eso del “destino nacional”, no sé si por ser un español que tuvo que padecer el régimen anterior, me suena muy mal y me trae a la memoria la falangista “unidad de destino en lo universal”.

En cualquier caso se trata de un texto muy interesante, que utiliza instrumentos de análisis poco habituales, que se arriesga tanto en sus interpretaciones como en sus previsiones, que se sale de los marcos mayoritarios y, en definitiva, que mueve al lector a replantearse alguna de sus ideas sobre los temas que trata.

 

Emmanuel Todd, La derrota de Occidente. Traducción José Weissdorn.

 

 

Mis libros del año

 

Como todos los libros están comentados en el blog, me limitaré a una breve referencia.

Hay que decir que no ha sido un buen año por lo que a la ficción se refiere y por eso apenas hay tres, o cuatro si incluyo el de Zweig, entre los diez mejores del año. Esto ha sido más que compensado por el buen año del periodismo. He puesto tres, pero podrían haber sido más.

Si tuviera que elegir los que más me han gustado, aunque ya sé que esto siempre es no solo difícil sino incluso un tanto absurdo hacerlo, lo haría con los de Guerriero y Caparrós. No es casualidad que ambos son periodistas y ambos también argentinos. Bueno, no puedo dejar fuera a Zweig y también a la magnífica biografía de Moreno Claros.

En fin, los diez que he puesto son absolutamente recomendables.

A continuación sigo con los libros desde otro punto de vista. 

Libros abandonados.

Maxim Ósipov, Kilómetro 101. Gabriela Adamesteanu, Vidas provisionales. Javier Gallego, La caída del imperio. Sándor Márai, Los celosos. (No recuerdo un año con tantos abandonos y, además, de ficción).

Descubrimientos: Dario Dzamonja, Selva Almada, Benjamín Labatut.

Leídos pero no comentados: Hanna Krall, Al este del Arbat. Fiódor Dostoyeski, Apuntes de la casa muerta.

Tocho del año: Budd Schulberg, De cine. Memorias de un príncipe de Hollywood.

Propósitos para el 2025: Una vez más intentar leer Guerra y paz y también el tan recomendado El infinito en un junco. Seguir buscando buenos libros de viajes.

 

viernes, 13 de diciembre de 2024

Curioso ensayo

 


Solo conozco al autor de este combativo y necesario librito por sus intervenciones en la tertulia de los dibujantes gráficos que hay en el programa de la SER A vivir que son dos días que dirige Javier del Pino. Sé que tiene multitud de publicaciones y trabajos, pero están fuera de la órbita en la que me muevo en las lecturas. Eso sí, siempre presto atención a sus intervenciones porque suelen ser sintéticas pero cargadas de buen contenido y también en la misma línea combativa del texto que ahora comento.

Entrialgo define el malismo “como el mecanismo propagandístico que consiste en la ostentación pública de acciones o deseos reprobables con la finalidad de conseguir un beneficio social, electoral o comercial”. (p. 16)

Para estudiarlo de forma sistemática ha dividido el libro en 17 capítulos cuyo título expresa perfectamente su contenido. Algunos ejemplos: 

La Agenda 2030. Un montón de buenos propósitos que suscita odio.

Comunicación comercial malista. cómo vender servicios y productos sin dejar de insultar a tu posible clientela.

Del “que te vote Txapote” al “me gusta la fruta”. Comunicación política malista 

Las redes del malismo telemático. Troles, bots, influencers andorranos y agencias de reputación.

Cristianismo malista. La decadencia de las religiones del amor y el auge de las carismáticas.

Como se puede apreciar toca los temas clave y no se arredra para arremeter contra quien sea por alto que sea su cargo y su influencia social y mediática.

El libro, además, está muy bien escrito, muy trabajado y con ejemplos que explican perfectamente las ideas que expresa el autor. Desde luego a mí me ha descubierto bastantes cosas que o no sabía o no había caído en la cuenta. Especialmente me ha llamado la atención el último capítulo, especie de traca final, que dedica a la religión. Como ateo y anticlerical militante he encontrado más motivos aún para permanecer en ello.

El libro se cierra con un fragmento que me gustaría comentar brevemente:

“Este opúsculo que aquí finaliza no plantea soluciones claras ni proporciona moraleja concreta. Como casi siempre hacemos los humoristas, solo recoge indicios, conecta evidencias y señala un síntoma. Uno preocupante, eso sí. Pero reconoce su incapacidad para diagnosticar la posible afección social que lo produce y proponer un tratamiento que pudiera combatir a la que parece que se nos viene encima.” (p. 142)

Esta ausencia de soluciones, lógica por otra parte dado el objetivo del libro, es algo que vengo observando y comentando en la inmensa mayoría de los libros que leo sobre temas sociales y políticos. Sus autores son capaces de ver cuáles son los problemas, pero les cuesta mucho encontrar posibles formas de combatirlos. Solo en algún caso he visto algún intento de aportar alguna idea en este sentido, pero es algo muy minoritario.

En fin, un libro pequeño en tamaño, solo tiene 142 páginas, pero grande en contenido. Una lectura muy recomendable aunque también resulte algo desmoralizante.

Hay una buena reseña de Alejandro López Menacho en lareplica.es que titula 210 razones para leer Malismo”.

 

Mauro Entrialgo, Malismo. La ostentación del mal como propaganda.

 

miércoles, 11 de diciembre de 2024

Sobre el movimiento zapatista

 

Este libro obtuvo este año el 5º premio Anagrama de Crónica/Fundación Giangiacomo Feltrinelli otorgado por un jurado en el que entre otros estaban Leila Guerriero y Martín Caparrós, es decir, que tiene que tratarse de un buen libro.

Para ser una crónica, el texto es bastante extenso pues tiene nada menos que 367 páginas, pero es que es algo más. Está dividido en cinco capítulos aunque son tres los que ocupan la mayor parte del espacio.

En el primero, lo más importante es una larga y muy interesante entrevista con Ismael Zambada, “el más antiguo jefe de la mafia en México”, realizada en 2021. También inicia las informaciones sobre el movimiento zapatista y los preparativos para el viaje del barco La Montaña que va a atravesar el Atlántico hacia Europa para dar a conocer allí el mensaje del movimiento, viaje en el que les va a acompañar el autor del libro.

El segundo está centrado fundamentalmente en entrevistas con diferentes subcomandantes zapatistas que van explicando las diferentes fases por las que ha pasado su lucha y las condiciones en las que se desarrolla la vida en los territorios que controlan.

En la tercera, la más extensa, Osorno cuenta no tanto la travesía, que daría para poco, sino las conversaciones que va teniendo con los diferentes miembros del movimiento que van en el barco, con el capitán, un alemán, y otros miembros de la tripulación (alemanes en su mayoría) y algunos acompañantes como, por ejemplo, una cinefotógrafa uruguaya. De los extractos que Osorno reproduce de estas conversaciones se obtiene una visión bastante completa de cómo funciona el territorio controlado por los zapatistas y también de las motivaciones que llevaron a muchos a adherirse al movimiento.

Por lo dicho hasta ahora ya se puede apreciar el interés de esta crónica que está, además, muy bien escrita.

No obstante, me he encontrado con algunas cosas que me han dificultado en algún momento la comprensión del texto. Así, a veces hay algo de lío con las fechas y también con los cambios dentro del movimiento zapatista. Creo que supone tener algunos conocimientos previos de lo sucedido en México en los últimos treinta años para poder comprender bien todo lo que se narra. Por último, desde otro punto de vista, a veces resulta algo reiterativo lo que se reproduce de lo que cuentan los pasajeros zapatistas.

En cualquier caso, estos son pequeños detalles que no ensombrecen, ni mucho menos, el valor de un texto que enseña mucho y que prueba la importancia de la colectividad a la hora de lograr mejoras sociales.

En definitiva, un libro muy recomendable.

Por cierto, hay que agradecer a la editorial Anagrama esta colección en la que está publicando libros fundamentales para los que disfrutamos del buen periodismo.

 

 

Diego Enrique Osorno, En la montaña

 

 

 

 

 

lunes, 9 de diciembre de 2024

Una novela escrita en la cárcel

 

Leo la segunda edición recientemente publicada. La primera se publicó en 2012 y me pasó desapercibida, algo raro teniendo en cuenta que siempre estoy atento a lo que edita Sajalín en esta gran colección que es Al margen.

No sé si, como dice Kurt Vonnegut, es “la mejor novela carcelaria norteamericana”, (frase reproducida por la editorial en la contraportada), porque he leído pocas, pero desde luego se trata de una magnífica novela de género. En este momento recuerdo haber leído la de Edward Bunker, también publicada en esta colección, que me pareció magnífica.

Braly pasó varios años de su vida en prisión y precisamente estando en una de ellas escribió este libro que se publicó en 1967. Parece ser que tuvo que acabarlo a escondidas porque amenazaron con revocarle la libertad condicional cuando descubrieron que la estaba escribiendo.

La novela, a lo largo de sus 419 páginas, va narrando las historias de un conjunto de personajes que son la mejor creación del autor. Presos que están encarcelados por delitos que van del abuso sexual de menores al tráfico de drogas, pasando por el robo de coches hasta por el asesino de su mujer. Algunos que tienen un buen nivel de instrucción y otros que  carecen de los mínimos.

En el reflejo de la vida en la cárcel Braly usa todos los tópicos del género: grupos que dominan, presos que son utilizados como objeto sexual, intento de fuga (realmente peculiar el que se organiza), presos que tienen buena relación entre ellos y que procuran ayudarse, carceleros de todo tipo aunque no predominan de los mejores, etc.

Creo que algo sorprendente del libro es lo bien escrito que está y la capacidad narrativa del autor. Todo esto teniendo en cuenta lo dura que fue su vida en la época de formación tal y como se cuenta en la solapa del libro.

En fin, una novela recomendable porque es de las que cuesta dejar de leer, trata temas que no son de los más conocidos y refleja comportamientos humanos en situaciones de máximo estrés.

 

Malcolm Braly, En el patio. Traducción Damià Alou.

 

 

miércoles, 4 de diciembre de 2024

Desmontando errores

 
Hace ya quince años que me jubilé de la profesión de enseñante, la verdad es que, a pesar de tener un hijo en edad escolar durante todo este tiempo, me he desvinculado bastante de todos los temas teóricos que hacían referencia a la enseñanza. Sin embargo, de vez en cuando en twitter sí que he asistido, e incluso participado en alguna ocasión, en polémicas fomentadas por un grupo que desde la izquierda (o, como se suele decir, desde el rojipardismo) tiene unas posiciones que me parecen bastante fuera de la realidad. En este contexto me llamó la atención este librito por su sugerente título.

Sus autores han dividido el texto en seis apartados que esquemáticamente son: Nivel y exigencia, Esfuerzo y talento, Recursos y financiación, Segregación, Ideología y libertad y Política educativa.

Y dentro de cada uno de ellos van desmontando los errores (fakes) que circulan en diferentes lugares y desde diferentes posiciones políticas, sociales, culturales o mentales.

Reproduzco a continuación uno de cada uno de los apartados para dar una idea de por dónde va el libro:

 

"La reciente caída de los resultados educativos está causada por las últimas reformas legislativas.

Los resultados académicos dependen del esfuerzo y el talento individual.

La educación concertada es más eficiente que la educación pública.

Separar al alumnado por rendimiento académico mejora los resultados.

La escuela pública adoctrina y la privada promueve la libertad de pensamiento. 

En España existen diecisiete sistemas educativos diferentes".

 

Evidentemente, en un conjunto tan extenso de temas, y más sobre algo tan en cuestión siempre como es la educación, los hay que están más documentados por la existencia de trabajos de investigación, y otros que se basan más en la experiencia y el trabajo de los autores.

Reconozco que estoy básicamente de acuerdo con la inmensa mayoría de lo que se afirma en el libro. Un libro, por cierto, que hay que leer poco a poco porque, no siendo difícil el lenguaje y estando expuestos los temas con bastante claridad, puede resultar un tanto pesado si se le dedica mucho tiempo seguido.

Recomendable lectura para profesionales y personas interesadas en el tema, no tanto para el público en general.

 

Jesús Rogero y Daniel Turienzo, Educa Fakes. 50 mentiras y medias verdades sobre la educación española.

 

martes, 3 de diciembre de 2024

ANDAMIO

 

En esta entrada vuelve el buen cine con tres películas muy diferentes, pero muy interesantes las tres y un documental también digno de verse.

Presencia británica abrumadora entre las series, la mayoría muy entretenidas. Ahora bien, la mayor calidad la ponen las dos series españolas.

En cualquier caso se trata de un magnífico conjunto de materiales.

 

Películas

 

Las sombras del poder. Producción británica. Trata un tema interesante como es la Palestina de los años treinta sobre todo con el enfrentamiento entre la policía británica y el Irgun y la Hagana judíos. El problema es que el guion y la realización, con una producción bastante escasa de fondos, son manifiestamente mejorables. Buenas imágenes de archivo, eso sí.

 

Jurado Nº 2. Producción estadounidense dirigida por Clint Easwood. Es una película con un juicio en el que uno de los jurados está implicado en el crimen. Muy en la línea del cine de este gran director: muy bien ambientada y contada, con el ritmo adecuado y el suspense justo.

 

Compra ahora: La conspiración consumista. Documental de producción británica sobre cómo consumimos y en qué cantidades. Dan cifras que parecen realmente increíbles. Participan extrabajadores de alto nivel de empresas como Amazon o Adidas dando una serie de interesantes informaciones sobre cómo se hacen las cosas. El problema es que las posibles soluciones que se aportan no resuelven ni de lejos problemas que, como por ejemplo el de los residuos, están llegando a puntos que parecen de no retorno. Es una llamada de atención que, desgraciadamente, no servirá para nada.

 

 

Hammarskjöld. Lucha por la paz. Producción sueca centrada en la figura del que fuera Secretario General de la ONU y premio Nobel de la Paz otorgado póstumamente en 1962. Aunque también trata aspectos de su vida personal, el tema principal es su papel como Secretario general sobre todo en los momentos del conflicto belga tras la independencia. Es muy interesante y está bastante bien planteado el tema. Merece la pena.

 

Series

 

Querer. Miniserie española de 4 episodios de 50 minutos. Con el tema de los abusos sexuales y la violencia de género construyen una magnífica serie basada en un gran guion y unas interpretaciones que te dejan sin respiración en algunos momentos. Otra serie española que estará entre lo mejor visto del año.

Movistar +

 

Showtrial, ¿accidente o asesinato. Miniserie británica de 5 episodios de 55 minutos. Un buen guion y también unas buenas interpretaciones. Un policiaco con juicio bastante entretenido.

Movistar +

 

Shetland. Segunda temporada de esta serie británica con 6 episodios de una hora. A diferencia de la primera temporada, en esta todos los episodios se refieren al mismo caso. Está basada en los personajes de unas novelas, pero no sigue sus historias. Muy entretenida y con esas islas y esos paisajes como magnífico telón de fondo. Es curiosos que el policía protagonista se llame Jimmy Pérez.

Filmin

 

Yo, adicto. Miniserie española de 6 episodios de 45 minutos. No se me ocurre una expresión mejor que: impresionante. El creador, Javier Giner,  cuenta su historia con una crudeza y una sinceridad pocas veces vista en televisión y la interpretación de Oriol Pla es tan redonda e impactante que también es difícil ver algo así. Una de las series del año sin ninguna duda y, seguramente, una de las más impactantes que se puedan ver en mucho tiempo.

Disney +

 

Ambición y mentiras. Serie británica de 6 episodios de 45 minutos. Un drama que trata varios temas interesantes, con un guion que no está mal, aunque a veces resulte algo confuso, y una buena realización. Me ha gustado más de lo que esperaba por lo visto en las críticas. El final queda abierto para otra temporada que, según parece, no habrá.

Movistar +

 

Red eye. Miniserie británica de 6 episodios de 45 minutos. Un thriller de espías que tiene la particularidad de que en su mayor parte se desarrolla en un avión. El guion está bastante bien construido y la serie mantiene la tensión y la atención del espectador. Bastante entretenida.

Max

 

Disclaimer. Serie británica de 7 episodios de 45 minutos. Creada y dirigida por Alfonso Cuarón basada en una novela. Ha tenido muy malas críticas, pero buena aceptación del público. A mí me parece una serie que se sale un poco de lo habitual y busca una estructura algo diferente para contar la historia. Quizá sobran algunas voces en off, pero es un detalle mínimo. Interesante y entretenida.

Apple tv+

 

La torre. Miniserie británica de 4 episodios de 45 minutos. Tercera temporada con un caso independiente de las otras dos y también basado en una novela. Un policiaco típico británico. Buen guion y buena realización. Muy entretenida.

Max y Movistar+

lunes, 2 de diciembre de 2024

Sobre relaciones familiares

 

Es la cuarta vez que aparece en el blog este escritor. Dos con muy buen comentario y otra con uno más regular. El primero es de 2012 y el último de 2023. Este que comento es de 2020, pero por alguna razón lo he leído después de otro posterior. Seguramente no me llamó la atención el tema que trataba según la contraportada.

La verdad es que tiene mucho mérito este libro. Con solo cinco personajes, de los cuales son tres los protagonistas, y una anécdota muy básica, Martínez de Pisón es capaz de escribir 373 páginas y mantener bastante bien el interés del lector.

La novela transcurre en los años finales de los noventa y son una madre y su hijo junto con una amiga de la madre los protagonistas. Están reformando un camping en Tarragona cerca de la central nuclear de Vandellós y  lo que narra la novela son las relaciones que se establecen entre ellos junto con una novia que tiene el hijo y, en un momento determinado, con un hermano del padre. Este murió en 1977 en un accidente de coche cuando se dirigían a Portugal para abortar precisamente de este hijo.

La novela está bien construida y escrita, algo que es habitual en este autor. Se lee bien y deja un buen recuerdo aunque no se trate desde luego de la mejor del autor. Ahora bien, se agradece en un año que no está siendo demasiado bueno para mis lecturas de ficción.

 

Ignacio Martínez de Pisón, Fin de temporada

 

jueves, 28 de noviembre de 2024

Viajando al centro del Imperio

 

Vilas ha escrito un libro difícilmente clasificable. No es un libro de viajes en sentido estricto, no es desde luego un manual para uso del turista, no es un conjunto de opiniones personales, no es un recorrido por la historia de los lugares que visita ni por sus monumentos más significativos. No, no es nada de eso, pero, al mismo tiempo, hay algo de cada uno de esos aspectos que aparece en algún momento en el libro.

Vilas es un enamorado de ese país (obviamente, esa América del título no es otro que los Estados Unidos de América), en la medida, además, en que, como manifiesta muy al principio, tiene un cierto rechazo o, si se quiere, una cierta desafección a su país de nacimiento, algo en lo que coincido plenamente y firmo el fragmento tan duro que le dedica. Una situación que le lleva a afirmar lo siguiente:

“No se trata de cambiar de país, sino de descansar de todos los países, de todas las naciones. Y hacerlo por envejecimiento propio, no por inquina ni por ideología ni por rigores intelectuales, sino por agotamiento”. (p. 28)

En el libro recoge momentos de sus visitas entre los años 2104 y 2019 en los primeros capítulos y lo cierra con las más recientes de 2022 y 2023. En ellas estuvo desde Iowa hasta Nueva Orleans o desde Nueva York hasta Misuri, pasando por Las Vegas o Houston; más de veinte lugares entre los que están la gran mayoría de los más significativos del país.

Tiene Vilas especial fijación por los hoteles, que menciona a menudo y por los restaurantes, que también menciona (esta sería la parte más “turística” de la que hablaba antes), pero a lo que dedica más espacio es a personajes y/o temas que tengan que ver con el lugar que visita. Así, hay largos párrafos dedicados a: Los Simpson, Bob Dylan, la cultura pop, Neruda, los hermanos Dalton, Lou Reed, la Coca-Cola, Prince, David Bowie y un largo etcétera. Si a eso le añadimos algunas reflexiones personales más o menos profundas, tenemos ya el contenido de un libro que ofrece buenos e interesantes momentos junto a otros bastante intrascendentes. Un libro que me parece muy irregular y que, además, se cierra con un total cambio de estilo al tratar sus dos viajes más recientes en lo que emplea un peculiar sentido del humor.

En fin, un libro que se deja leer, pero que aporta poco para el conocimiento de ese país y, eso sí, bastante para el conocimiento de su autor que, me temo, es algo que no me interesa especialmente.

Hay una reseña muy favorable y elogiosa de Edurne Portela en lamarea.com

 

Manuel Vilas, América.

 

 

 

lunes, 25 de noviembre de 2024

Una visión de la conquista de América

 

Desde que en 2015 leí su libro sobre Buffalo Bill, no he dejado de leer ninguno de los que ha venido publicando la editorial Tusquets. Todos me han parecido muy recomendables porque al interés de los diferentes y muy variados temas que tratan se une la magnífica escritura del autor y, algo importante para mí, el hecho de que es capaz de contar historias relevantes en menos de 200 páginas.

Este que ahora comento se sale de esa tónica ya que tiene 367 páginas. El libro es muy anterior, fue publicado en 2009, al resto de los traducidos hasta ahora y me parece un libro bastante irregular y algo confuso y aburrido a veces, aunque tiene también una magnífica escritura que compensa algunos de sus defectos,

El libro se centra en los años 30 del siglo XVI y en la conquista del imperio inca por parte de Francisco Pizarro y varios de sus hermanos (Hernando sobre todo), así como de Diego de Almagro. Tiene muy buen inicio y también un gran final, pero hay muchas páginas en medio que, como decía antes, resultan algo confusas tanto espacial como cronológicamente.

Vuillard es un magnífico narrador que utiliza además un lenguaje muy literario que hace que el lector disfrute de la mera lectura, pero yo estoy acostumbrado a obtener algo más de sus libros y, desde luego, a no aburrirme nunca.

La visión que ofrece de esos conquistadores no es precisamente la que se ha vendido en España durante mucho tiempo que, por cierto, ahora está volviendo con fuerza. Vuillard reconoce su esfuerzo, describe las penalidades de todo tipo por las que tuvieron que pasar y, al mismo tiempo, el impulso constante que les llevó hacia adelante a pesar de ellas, claro que la compensación, el oro, también era un buen acicate.

Un par de fragmentos como ejemplo de esa visión:

“Los conquistadores en materia de derechos, eran evidentemente muy bastos. Un espadazo era suficiente para romper un acuerdo. Los notarios no abundaban tanto como los asesinos, y los pupitres eran menos sólidos que las láminas de acero. La sangre borraba la tinta. La evidencia de una ganancia difuminaba las promesas”. (p. 199)

“Contra los indígenas todo estaba permitido. Sodomía, violación de  mujeres, de niños, canibalismo, poligamia.

(…)

Pizarro violó a una esposa del Inca que tenía prisionera. Después de haberla violado, la quemaron”. (p. 347 y 348)

Un fallo del libro en mi opinión es que no se mencionan las fuentes que ha utilizado para un texto que trata de sucesos históricos. En algún momento sí hace alusión a un par de cronistas, pero me parece insuficiente para un libro tan voluminoso en el que hay descripciones muy concretas como, por ejemplo, la batalla de Las Salinas entre las tropas de Pizarro y de Almagro por el dominio de Cuzco.

En definitiva, un libro interesante y muy bien escrito aunque para mí está por debajo del resto de los traducidos hasta ahora. Creo que puede ser significativo el hecho de que se haya priorizado la publicación de los otros antes que la de este.

 

 

Éric Vuillard, Conquistadores. Traducción Félix Terrones.

 

 

 

sábado, 16 de noviembre de 2024

Curioso reportaje

 

Leila Guerriero es una habitual en las páginas de este blog en los últimos años. Procuro leer todos los libros que publica, dos de ellos como editora, ya que se trata de una de las grandes periodistas en lengua castellana de la actualidad. Creo que ya está a la altura de su maestro, reconocido por ella misma, Martín Caparrós quien, por supuesto, es otra presencia habitual en el blog.

En este caso se trata de un reportaje sobre la presencia de Capote en los primeros años sesenta del pasado siglo en la Costa Brava, en Palamós más en concreto, donde escribió una parte de su famosa A sangre fría. Guerriero se embarca en esta historia tras la escritura de La llamada, una obra que le costó tiempo y esfuerzo psicológico. Lo comento porque, de alguna manera, se trataba de hace un reportaje menos emocional, más sencillo.

El libro tiene apenas 132 páginas en la colección de bolsillo de la editorial Anagrama. Es decir, se trata de un texto breve.

El libro se inicia con las primeras pesquisas de la autora a la búsqueda de los lugares por los que pasó Capote para lo que se entrevista con diferentes habitantes del lugar que o bien vivían en la época o recuerdan que alguien les contó alguna cosa. Estos inicios son interesantes y se ve la forma de trabajo de Guerriero, pero el problema es que todo este trabajo ocupa demasiado espacio en el libro. De hecho, la propia autora llega a decir, creo que con gran acierto, lo siguiente:

“¿Qué importa si compraba diarios en la Cervantes, si iba a buscar pasteles a la Samso o a Collboni? Compraba diarios, compraba pasteles, da igual dónde lo hiciera. Nada de esto explica cómo era Capote mientras estuvo aquí. A lo mejor me empeño en seguir pistas de una estupidez escalofriante por una deformación profesional: la necesidad de enmendar alguna cosa. O por comprobar hasta dónde ha llegado el daño. Los periodistas vivimos de la memoria ajena.”. (p. 101-102)

Lo que pasa es que ese empeño se lo traslada al lector y por ahí el texto pierde interés y se hace algo reiterativo. Sin embargo, en la parte final recobra el interés pues se centra en cómo terminó el libro Capote y en alguno de sus escritos posteriores; todo esto resulta muy útil para conocer la personalidad del escritor.

En fin, no es uno de los grandes reportajes de la autora, pero se lee con gusto como siempre por lo bien que está escrito.

 

Leila Guerriero, La dificultad del fantasma. Truman Capote en la costa Brava.

 

lunes, 11 de noviembre de 2024

Releyendo

 

Pensaba que era mi primera relectura y buscando mi comentario anterior en el blog veo que se trata de la segunda. De alguna manera esto quiere decir que el tema me interesa y me retrotrae a los viajes, desgraciadamente abandonados hace ya tiempo, a la Argentina donde tantas horas pasé escuchando y discutiendo sobre temas que se tratan en el libro. A esta relectura he llegado sobre todo por lo que sobre el tema escribe Caparrós en sus memorias comentadas hace unos días en este blog.

Como sigo pensando lo mismo sobre el texto de Caparrós, reproduzco a continuación el comentario que hice en mayo de 2016.

Hace unos días volví a ver, creo que por cuarta vez, el documental Cazadores de utopías sobre la historia de los Montoneros y también vi por vez primera  el documental y docudrama Norma Arrostito, la Gaby. Es decir que estaba muy motivado con el tema, algo que me pasa de tanto en tanto, y recordé que había leído hace tiempo un libro de Caparrós en el que hacía una crítica bastante fuerte, y por momentos demoledora, de aquellos años. He vuelto a leerlo.

En el documental mencionado tiene Caparrós una breve intervención, pues en su día fue dirigente del movimiento de estudiantes de secundaria, lo que indica que, de alguna manera, es alguien medianamente representativo de la época. Además, es coautor de una monumental obra documental, La Voluntad, sobre los movimientos y los sucesos de los setenta.

El título de este libro parece tomado del inicio de una instancia oficial, pero a mí se me ocurre que también se podría asimilar a ese dicho tan castellano de que “cada palo que aguante su vela”.

Desde luego se trata de un texto comprometido al máximo, sin miedo a la polémica que seguro que se suscitó en su país en 2008 que es cuando se publicó,  que critica a tirios y troyanos ya sea su generación, la Iglesia, los militares o la sociedad argentina en su conjunto. Escribe sobre la tortura, la violencia, la inseguridad, la venganza (su ausencia), la caída, el sacrificio, los “mártires”, y un largo etcétera. Es una crítica que tiene muchos elementos de autocrítica, pero que en mi opinión, hay que ser argentino y tener una determinada edad para poder comentar, compartir o discutir. Yo tengo algunas opiniones formadas en mis muchas conversaciones a lo largo de los diferentes viajes que he hecho al país, pero no creo que sea este el lugar ni el momento de darlas.

El libro es verdaderamente muy sugerente. Está muy bien escrito, con un lenguaje muy adaptado a los diferentes contextos, con un acertado uso de la 1ª y la 3ª persona, con una mínima trama casi policiaca que simplemente le sirve de pretexto para introducir algunos temas y salir un poco del carácter casi ensayístico que tienen la mayor parte de los capítulos del libro.

A continuación dejo una serie de fragmentos ilustrativos de alguna de las cosas que acabo de comentar:

“Somos una manga de poetas, una banda de fracasados charlatanes. Nunca supimos hacer nada pero lo hemos dicho con tanta aplicación –y a veces, incluso, con alguna elegancia. De eso que no falte: nadie sabe revolcarse en la derrota con la elegancia de nosotros los argentinos.” (p. 18)

“_ Mirá, muy en  síntesis, te diría que es una generación que entregó todo, que dejó por el camino a su mejor gente pero ahora por fin puede hacer algo de lo que se propuso.” (p.21) (Esto lo dice un personaje que es ministro del gobierno peronista y antiguo militante montonero)

“Es humillante –y triste y fastidioso_ pensar que “los tiempos felices de mi vida” sucedieron cuando estaba embarcado en un error tremendo.” (p.92)

“Nuestro Espantoso Error fue Sobrestimar al Gran Pueblo Argentino Salud.” (p.140)

“Nuestra pretensión era patética: entregamos todo para salvar a millones de personas que no tenían el menor interés en que las salváramos.” (p.142)

“A los tibios, a los que nunca hicieron nada, a la gran masa estúpida, les resulta más fácil recordar una matanza, la maldad de los malos, el famoso genocidio, que pensar las complejidades de un enfrentamiento por el poder de definir el modelo social. Y a nosotros, a mediano plazo, empezó a convenirnos porque nos convirtió de equivocados en víctimas, de derrotados en víctimas – y no hay papel más generoso que el de víctimas, (…)” (p.177) (Esta me parece una de las frases más duras del libro, y seguramente de las que más polvareda levantaron en su día.)

“Los que murieron no fueron los mejores –ni los peores. Tuvieron menos suerte. Yo llegué unos pocos minutos después que la patota. ¿Habría sido mejor –yo, digo, mejor persona, mejor hombre- si hubiese llegado media hora antes y me hubiesen secuestrado, torturado, matado como a vos (se refiere a su esposa desaparecida), si te mataron, y a todos los demás? (p263)

Creo que con lo visto no hace falta recomendarlo explícitamente.

Dejo dos enlaces: la excelente reseña que se publicó en 2008 en Página 12 y que tiene por lo tanto el valor de estar hecha donde sucedió todo,  y la del escritor español David Pérez Vega. En ambas se explica muy bien el contenido del libro y en la primera se discuten algunas posiciones de Caparrós.


Martín Caparrós, A quien corresponda

 

domingo, 10 de noviembre de 2024

Gran periodismo

 

Este es el tercer libro que comento de este gran periodista estadounidense que une en sus trabajos la investigación exhaustiva a una enorme facilidad narrativa. En este libro de 471 páginas en formato grande dedica más de 50, con letra muy pequeña, a las notas en las que explica con gran minuciosidad de dónde salen las informaciones que aparecen en el texto principal.

El libro trata de las migraciones ilegales desde China a los Estados Unidos y está centrado en un par de casos que se produjeron en los primeros años noventa del siglo pasado. Keefe lo publicó en 2009 aunque se ha traducido después de hacerlo con otros trabajos suyos posteriores.

Estas migraciones las organizan “cabezas de serpiente” que es como se llaman los dirigentes de las organizaciones que se dedican a este tráfico ilegal de personas. En concreto, la principal protagonista de libro es la llamada “Hermana Ping” que desde su pequeño bazar en Chinatwon organizaba multitud de transportes. El que ocupa la mayor parte del texto es uno que partiendo de Tailandia iba hasta Mombasa en Kenya para terminar en las playas de Nueva York. Las condiciones del viaje de las más de trescientas personas eran realmente lamentables: Hacinados en las bodegas, sin baños ni retretes, con apenas alimentos, con un vaso de agua al día, etc. Y todo ello después de haber pagado una buena cantidad de dinero a los organizadores, un dinero por el que se quedaban endeudados por años.

Además de este viaje, Keefe muestra cómo funcionaban estas organizaciones de una forma bastante similar a la mafia. También los problemas con los que se encontraban los migrantes tras ser detenidos e intentar lograr asilo ya que muchos alegaban que huían de su país porque, ante la política del hijo único, les obligaban a abortar o les esterilizaban. Tras ser detenidos muchos pasaron varios años en la cárcel y Keefe muestra también las peripecias posteriores a su excarcelación.

Como decía al principio, el autor es un gran narrador y es capaz de emplear de forma muy acertada tanto el suspense como la tensión y la acción y, al mismo tiempo, de introducir agudas reflexiones sobre el significado de las migraciones y algunos aspectos de la política de su país para enfrentarse a ellas.

Por todo ello, se trata de un libro muy interesante que mantiene la atención del lector de forma permanente y, eso sí, algo difícil de seguir en algunos momentos por la cantidad de personajes con nombres complicados (como ayuda se ofrecen casi cuatro páginas con los nombres de todos los que aparecen en el texto).


Patrick Radden Keefe, Cabeza de serpiente. Una epopeya oscura en Chinatown. Traducción Eduardo Iriarte.